FOTÓGRAFO PARA BODAS EN GIJÓN
Hoy en día el ramo de flores es un elemento indispensable de cualquier ajuar nupcial. No nos imaginamos una novia entrando en la iglesia el día de su boda con las manos vacías ¿a que no? Ser fotógrafo para bodas en Gijón, implica saber muchas curiosidades que hoy en día, la mayoría de la gente desconoce ni se espera. Es por eso, que en este nuevo post, os hablaré del tradicional y más que conocido, ramo de novia.
El ramo de novia se traduce como la carta de presentación de ella misma. Complementa la feminidad y a la vez simboliza alegría y romanticismo. Existen en una gran variedad de colores, formas y tamaños. Por supuesto, lo elige la novia según sus gustos y preferencias.
Las flores siempre han tenido un simbolismo especial representando el futuro de manera positiva y con grandes sorpresas. Y como no, ya que no hay dos novias iguales, nunca habrá dos ramos iguales.
Sin embargo, su origen es algo distinto al que todos pensamos. No es nada romántico ni glamuroso. Esta tradición de cargar flores en la ceremonia, tiene varios siglos de antigüedad.
Para atraer la energía positiva a su futuro matrimonio, las novias transportaban manos de ajo, eneldo y otras hierbas para alejar los malos espíritus.
Para evitar que el novio saliera corriendo de la iglesia, las novias comenzaron a añadir flores aromáticas para disfrazarlo.
Desde entonces, los ramos de novia han evolucionado de manera fugaz, convirtiéndose en un lujoso ornamento que incluye flores, semillas, frutos y hasta en algunas ocasiones, joyas.
El momento más deseado por el resto de mujeres en la boda, es el momento de arrojar el ramo de novia. Esto se basa en una superstición. Se dice que quien lo atrape, será la próxima persona en casarse.
Lo que no todo el mundo conoce, es que esto tenía un objetivo mucho más práctico. Gracias a este momento, los hombres que se encontraban en la ceremonia, podrían saber qué mujeres estaban solteras. ¿A que nunca lo hubierais imaginado?
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