El Papel del Fotógrafo en una boda

Se suele estar de acuerdo en que la fotografía es un arte que requiere de mucha creatividad, técnica y sensibilidad. Pero también es una profesión que implica una gran responsabilidad, especialmente cuando se trata de documentar el recuerdo de uno de los momentos – posiblemente –  más importantes de la vida de las personas. Y esto ocurre en la fotografía de celebraciones y eventos familiares como son  una boda, un bautizo o una graduación.

En este artículo, vamos a hablar sobre el papel del fotógrafo en una boda, ya sea religiosa o civil, y los aspectos que debe tener en cuenta para realizar un trabajo de calidad, profesional y respetuoso con los protagonistas y los invitados. Podemos empezar afirmando, no obstante que papel del fotógrafo en una boda se ha de regir por tres principios. Colocación, Oportunidad y Discreción.  Pero no todo empieza el día de la boda…

Antes de la Ceremonia

Reunión preparatoria

Efectivamente, el trabajo del fotógrafo, como sabemos, no empieza el día de la ceremonia, sino mucho antes. Hemos hablado otras veces de lo importante que es que el fotógrafo se reúna con los novios, los padres y los organizadores del evento para conocer sus expectativas, gustos y preferencias.  Es algo así como un briefing de empresa.  En las bodas que cuentan con un organizador de eventos o wedding planner suele agendarse una reunión previa con este y una posterior conjunta con los contrayentes. Su objetivo es tanto planificar las localizaciones o la cantidad o el tipo de fotografías que va a realizar, como también fijar el estilo que va a seguir y  el equipo que va a necesitar.

visita a las distintas localizaciones

También es conveniente que el fotógrafo visite el lugar donde se va a celebrar la ceremonia y el convite con antelación, para estudiar la iluminación, los ángulos y los posibles escenarios. De esta forma, podrá anticiparse a las posibles dificultades y aprovechar al máximo las oportunidades.

normas de protocolo aplicables

Además, el fotógrafo debe informarse sobre el protocolo y las normas que rigen la ceremonia, para saber qué puede y qué no puede hacer. Por ejemplo, si puede o no usar flash, si puede o no moverse por el recinto, si puede o no tomar fotos durante ciertos momentos, etc.  En las ceremonias religiosas, cualquier fotógrafo especializado en bodas conoce ya casi de memoria el ritual. No obstante, es bueno consultarlo con el oficiante pues hay variantes.  Puede consultarse el ritual publicado por algunas diócesis o archidióceis, para estar seguro de los tiempos y distintas fases de la ceremonia.

En cualquier casso, es fundamental que el fotógrafo respete las reglas y no interfiera en el desarrollo de los actontecimientos. No es un invitado ni puede actuar como tal. El papel del fotógrafo durante la ceremonia se caracteriza por la discreción operativa. Es decir, pasar despercibido sin comprometer la calidad ni el resultado de su trabajo.

Durante la Ceremonia

colocación y disposición del equipo

Es obvio decirlo, pero no está de más recordar que el día de la ceremonia, el fotógrafo debe llegar con tiempo suficiente para preparar su equipo, comprobar que todo funciona correctamente y situarse en el lugar adecuado. Algo que a veces, los profesionales descuidan por la acumulación de trabajo o el exceso de confianza. La colocación y el estudio de las distancias y la iluminación disponible son parte del abc de todo fotógrafo de bodas en Asturias o en otras regiones donde las condiciones de luz natural suelen ser muy variables en invierno.  Por supuesto, el fotógrafo debe asegurarse de llevar consigo todo lo necesario para hacer frente a cualquier imprevisto, como baterías de repuesto, tarjetas de memoria, objetivos alternativos, etc.

El objetivo del fotógrafo de una boda es capturar los momentos más emotivos y significativos, sin perder detalle de lo que ocurre. Pero nunca ser un estorbo o distraer la atención de los asistentes. Esto implica estar pendiente de todo lo que sucede pero evitar llamar la atención en exceso o estorbar en cualquier forma. Uno de los mayores errores de los fotógrafos durante cualquier clase de ceremonia matrimonial o incluso durante el banquete es hacerse notar o restar protagonismo a los asistentes.  Hay que evitar a cualquier precio distraer o importunar a los invitados ni menos aún a los protagonistas con movimientos o disparos inoportunos.

EL PAPEL DEL FOTÓGRAFO ES SIEMPRE BUSCAR EL EQUILIBRIO

Por otra parte, siempre debe buscarse el equilibrio entre la cantidad y la calidad de las fotos. No se trata de disparar sin criterio, sino de seleccionar bien los momentos y los encuadres. Tampoco se trata de repetir siempre las mismas fotos, sino de variar las perspectivas y los planos. Hay que procurar ser creativo y original, pero sin perder de vista el sentido de la ceremonia.

Otro aspecto a tener en cuenta es siempre la iluminación del lugar para realizar los ajustes necesarios en el equipo. Si es posible, debe evitar el uso del flash, ya que puede resultar molesto e invasivo. Si no hay suficiente luz natural, debe recurrir a fuentes de luz artificial o a objetivos luminosos que le permitan obtener imágenes nítidas y claras.

Finalmente el fotógrafo en una boda debe siempre respetar el espacio y el tiempo de los protagonistas y los invitados. No debe interrumpir ni intervenir en la ceremonia para pedir posados o indicaciones. Debe esperar a que termine la ceremonia para realizar las fotos grupales o individuales que se hayan acordado previamente.

Después de la Ceremonia

Una vez finalizada la ceremonia, el trabajo del fotógrafo no termina. Tiene que revisar las fotos que ha tomado y seleccionar las mejores. Debe editarlas y retocarlas para mejorar su calidad y su estética. Debe entregarlas al cliente en el formato y el plazo acordados. Y lo que muchos suelen olvidar: debe solicitar su opinión. Pues estamos siempre en contínuo proceso de aprendizaje. Cualquier indicación, por años de experiencia que se arrastren encima, puede ser enriquecedora.

fotografo de bodas en Asturias. El papel del fotógrafo

 

En definitiva, el fotógrafo de eventos nupciales suele ser honesto y veraz. Un buen profesional de la fotografía no mentirá a los novios diciéndoles aquello que desean oír, ni se comprometerá con  falsas promesas o expectativas. Y, además de un resultado de calidad y garantizar la seguridad y la privacidad de las imágenes. Finalmente, cualquier fotógafo de bodas es consciente del deber respetar los derechos de autor de otros profesionales y a la propia imagen de las personas que aparecen en las fotos.  Disponer de una autorización genérica para el tratamiento de datos personales proporcionada por el establecimiento o incluida en el mensaje – analógico o digital – por el que se transmita la invitación es cada vez más habitual.

Estos son algunos de los consejos que un fotógrafo de bodas en Asturias con una experiencia acumulada suficiente para tomar cierta perspectiva puede permitirse el lujo de compartir. Espero que hayan resultado útiles. Si quieres poner en práctica toda esa experiencia y aplicarla a tu boda, no lo dudes. Envía un e-mail a info@fotografosdebodaenasturias.com o un whatsapp a 619 39 19 97. A partir de ahí, empieza la aventura.