Aún con la temporada de bodas en pleno auge, queda tiempo para algunas reflexiones acerca del siginificado y trascendencia de un buen reportaje de boda. Como cada boda es única y cada pareja aún más, la calidad del reportaje del enlace se medirá en función de su capacidad de transmitir originalidad y personalidad en cada foto. Examinando el resultado de un buen reportaje nupcial al detalle debemos encontrar fotografías que transmitan, que cuenten una historia y que no se limiten a dar fe de un evento.
Como fotógrafo de bodas el gusto por la originalidad, sin caer en los extremos, creo que define una buena parte de este trabajo. Existen poses en cualquier sesión postboda que casi se han convertido en un must, pero el profesional debe tener cuidado de no caer en los tópicos ni en lo banal. Las localizaciones también corren el riesgo de ser reiterativas, aunque no existan dos días iguales en cuanto a condiciones de luz en el mismo sitio. Entre el abundante elenco de fotógrafos de bodas en Asturias pocas críticas se pueden hacer en este sentido ya que abunda la originalidad. Y disponemos de espacios y paisajes para todos los gustos. Pero el buen profesional debe aspirar a superarse siempre en cada nuevo trabajo. Da igual el tiempo que lleve en el ejercicio de la fotografía.
las distancias cortas también cuentan historias
Es habitual que todo reportaje de bodas los encuadres busquen realzar la figura de los novios cuando ellos son los protagonistas. Especialmente en las sesiones postboda. Sin embargo, el fotógrafo siempre puede recurrir a los encuadres cortos para buscar detalles, gestos o incluso perspectivas que nos dan otro punto de vista. O nos acercan más al sentimiento íntimo que late en cualquier celebración de matrimonio. En toda boda hay una cercanía y una complicidad entre los novios que muchas veces quedan escondida tras los velos de formalidad que envuelven al evento. O se ven superadas por sentimientos también espontáneos pero menos sutiles, como la alegría desbordante o los nervios.
Con las ideas claras y la agilidad para captar lo valioso del momento, corresponde al fotógrafo rastrear esas otras emociones. Y sacarlas a la luz de una manera natural.
perspectivas diferentes que aportan frescura
A veces el punto de vista del fotógrafo, en el mismo plano que el de los novios resta frescura. Un cambio de perspectiva permite atrapar momentos especiales y acercarnos a algunos detalles. También rompe con lo esperado y puede ofrecer resultados muy llamativos. Las fotos cenitales o en contrapicado son ejemplos de ello. En eso casos, la técnica del fotógrafo juega un papel importante, pues además de encuadrar el enfoque debe equilibrarse al nivel adecuado. El resto de la magia – lo principal – lo pondrán, lógicamente, los novios.
En cualquier foto de boda ya sea en la sesión prenupcial, en la de los preparativos de boda o en la sesión post boda, las imágenes de conjunto deben econtrar su justo contrapunto. Las manos de las novios pueden ser casi tan elocuentes como sus miradas y conviene estar atento a ellas. Pequeños gestos que, en primer plano, cobran el protagonismo que de otra forma se les hurtaría. Las sonrisas y los abrazos espontáneos suelen propiciar también este tipo de resultados. Pero han de ser auténticos. Aunque también cabe obtener bonitos resultados con un posado de manos si estas transmiten sentimientos verdaderos.
FOTOGRAFÍAS DE BODA CON PERSONALIDAD
En definitiva, los detalles sí que importan. Y mucho. Y en las fotos de boda también. Son imágenes que van a quedar ahí como testimonio. Por eso los reportajes nupciales al detalle ofrecen un punto de vista diferente y original. Las fotos de esos primeros planos o esas perspectivas diferentes ya sean en posados o en situaciones espontáneas aportan un plus de autenicidad. Y eso siempre se agradece. Quienes busquen un fotógrafo de bodas en Asturias con gusto por el detalle y la originalidad pueden contactar vía e-mail o por whatsapp al 619 39 19 97. Un medio ideal para conseguir un álbum único y diferente.