¿SE PUEDEN FOTOGRAFIAR LAS EMOCIONES?

 

Es una pregunta que puede sonar presuntuosa o incluso algo cursi. Pero en defensa de los profesionales de la fotografía en general y de los fotógrafos de bodas en particular, puede argumentarse que es algo más que una cuestión baladí. De hecho, es la razón principal por la que mueve a una pareja a contratar un fotógrafo de bodas en Asturias o en cualquier otra parte del mundo. Porque lo que se busca con un reportaje nupcial es, en esencia, fotografiar emociones, no personas ni lugares. Si no la reacción íntima de esas personas en unos momentos y en un contexto muy significativo. En definitiva, a la pregunta de si puede fotografiarse el amor, como emoción, habría que responder que sí. Sin dudarlo.

 

¿puede el amor dejar huella en una lente?

 

De un procedimiento meramente mecánico o digital parece complicado deducir la capacidad de preservar emociones para ser reactivadas a voluntad. Un conjunto de píxeles en una pantalla o una hoja de papel fotográfico son algo material y a priori, demasiado prosaico para vincularse a emociones profundamente arraigadas en el ser humano.

El amor, la entrega, el compromiso, la fidelidad, son – antes que nada – conceptos o ideas que asociamos a emociones, sentimientos o decisiones. Pero si nos paramos a pensar, algo tan inerte como las hojas de un libro o de un archivo sonoro en cualquier formato poseen el extraño don de hacer reír o llorar, por poner un ejemplo. Pues lo mismo sucede con las fotos de una boda y con el álbum nupcial. Fotografiar emociones es posible, si existen al otro lado de la lente. Y si la sensibilidad acompaña al responsable de reconocerlas y desvelarlas.

 

la composición como vehículo de la emoción

 

Es en la habilidad del fotógrafo nupcial donde radica el secreto. Y no solo en un buen equipo. La composición desempeña un papel vital en la fotografía de eventos nupciales. La elección del encuadre, la iluminación adecuada y la atención a los detalles proporcionan el marco necesario para plasmar las emociones humanas en una imagen.

Desde luego, existen motivos muy tópicos en la fotografía nupcial. Un primer plano de una lágrima de felicidad, un abrazo entre los recién casados con la luz del atardecer filtrándose sutilmente; son las instantáneas habituales que suelen buscarse cuando la intención es narrar historias de amor con verdad y poder cautivador.

Sin embargo, buscar la originalidad y el huir de los recursos trillados, también forman parte de los recursos que un fotógrafo de eventos nupciales debe saber poner en juego en el momento adecuado.

 

 

 

En última instancia, la fotografía de eventos nupciales va más allá de la mera documentación de momentos; se trata de capturar la esencia del amor en sus formas más auténticas y conmovedoras, sin caer en tópicos ni repeticiones, buscando el componente esencial de cada momento, el carácter de los novios y la complicidad del entorno. A medida que avanzo en mi carrera, continúo descubriendo la riqueza y la complejidad de esta tarea, una búsqueda constante de la imagen que congele el amor en un instante, para que perdure lo más posible en el tiempo. Fotografiar emociones, especialmente el amor, es un privilegio y un desafío que asumo con gratitud y respeto.

 

Para fotografiar emociones en Asturias en un reportaje nupcial con personalidad propia puedes contar con Juan Llavio. Contacta a través de un mail en info@juanllavio.com o mediante un Whatsapp al  619 39 19 97. El resultado siempre merece la pena.