Fotógrafo de bodas en Asturias


Un fotógrafo aprecia todas sus creaciones como si fueran sus hijos. Y eso de que un padre quiere por igual a todos sus hijos es bastante discutible. Tampoco el fotógrafo puede evitar tener algunas preferencias. Es normal. La producción anual de imágenes por parte de un fotógrafo de bodas en Gijón, como Juan Llavio puede resultar ingente. Afortunadamente el proceso de selección de fotografías de boda puede simplificarse mucho a través de herramientas para compartir galerías como Pixieset, de la que ya hablamos en alguna ocasión.


CUESTIÓN DE DUENDE

Así y todo, una vez superados los descartes – y a veces incluso dentro de ellos – existen fotografías que parecen haber establecido un vínculo particular con su autor. Aunque hablemos del más escéptico y ecuánime de los fotógrafos para bodas. En Gijón no disponemos de expresiones equivalentes para referirnos a eso que un sevillano llamaría “duende”. Algo especial que emana de una persona o cosa y que despierta sensaciones muy particulares a quien lo percibe. Una cierta magia.

Con la fotografía para bodas pasa algo muy especial. Y es que pretende capturar emociones cualitativamente distintas a las demás: por su intensidad y por su profundidad o vocación de permanencia. En todo reportaje fotográfico se incorporan y transmiten sentimientos. En un reportaje fotográfico para bodas en Asturias se hace también, pero de una manera peculiar. Una manera que, a veces, consigue reflejar sensaciones acordes con el palpitar de la tierra. O su paisaje. O que revela maneras de vivir muy conformes con la idiosincrasia de sus gentes. Original, sí, pero verdadera también.


UNA SELECCIÓN PERSONAL

Es verdad, existen fotografías de boda originales y otras reveladoras de los más encantadores detalles. Algunas impresionantes por la radiante belleza de la novia, y otras por su localización en hermosos rincones de Asturias. Si bien esto último no tiene mucho mérito cuando hablamos del trabajo de un fotógrafo para bodas en Gijón, tan cerca de todo lo mejor de esta tierra.

Para encontrar verdaderas joyas en algunos reportajes nupciales a veces basta con la emoción conmovodera que transmiten los novios en un posado preboda. Otras veces, todo se reduce a un instante mágico captado en la ceremonia o en la postboda. Pero en una categoría diferente, ni mejor ni peor, están las fotografías favoritas del fotógrafo de bodas. Y no se trata de un titular anglosajón, aunque lo parezca.

Aquí os he dejado y os dejo, algunas – muy pocas – de las mías.