¿POR QUÉ ELEGIR UN FOTÓGRAFO PROFESIONAL PARA TU BODA EN ASTURIAS?
Después de los años como fotógrafo para bodas en Asturias –y más allá– como uno lleva a sus espaldas, es fácil concluir que en esta región los fotógrafos especializados en reportajes nupciales contamos con un aliado envidiable: los exteriores. Mar y montaña, playa y bosque, roca y agua e incluso nieve. Todo tan cerca y tan intenso que es imposible dejar de aprovecharlo.
Hay que reivindicar, no obstante, la importancia del trabajo de estudio y de interiores, en el que destacan muchos fotógrafos para bodas en Asturias. Sin embargo, la magia de un reportaje de boda en la nieve, o enmarcado de verde o junto un mar inconmovible, es algo que cualquiera que se case en Asturias, no debería dejar de apreciar.
Por otra parte, dejar el reportaje de tu boda en manos no profesionales, puede suponer perderse un montón de cosas, para un día único que es irrepetible. Un riesgo que muchos no están dispuestos a correr.
¿A QUIÉN ELEGIR PARA INMORTALIZAR EL GRAN DÍA?
No es fácil elegir fotógrafo para bodas en Asturias porque, afortunadamente, existen muy buenos profesionales de la fotografía en nuestra región especializados en bodas y todo tipo de celebraciones.
No es hipocresía. El buen nivel de competencia en la profesión siempre es un estímulo para crecer y aprender de los demás. Pero también para explotar al máximo la propia creatividad.
La respuesta de a quién elegir es, o debería ser, sencilla. Ya que el reportaje de bodas acaba siendo algo así como un tesoro familiar, ha de estar bien hecho. Como mínimo. Y para eso es preciso elegir a un buen profesional. Por lo demás, bastará con cotejar el porfolio de aquellos entre los que se duda, para dar con el estilo que más encaje con la personalidad o el gusto de la pareja.
¿QUIÉNES SON LOS MEJORES FOTÓGRAFOS DE BODAS EN ASTURIAS?
Muchos lo son. Personalmente, estar considerado entre los 13 mejores fotógrafos de bodas de Asturias es siempre un honor. Pero también un peligro. El riesgo es caer en la autocomplacencia. Dejar de explorar y creerse mejor que los demás. En el mundo de la fotografía rige la vieja máxima proclamada por Manolo García en el tema estrella de El Último de la Fila, Insurrección: “Nadie es mejor que nadie…”
Cualquier viejecita o imberbe adolescente armado con una cámara réflex o un simple teléfono móvil puede llevar en sí el germen de un gran fotógrafo. O captar ocasionalmente instantes realmente mágicos. Lo difcil, es replicar esa magia. Mantener vivo ese instinto y enriquecerlo. Ser capaz de cultivar el talento. Convertir la vocación en profesión. Optimizar el porcentaje de acierto y sacarle todo el jugo a las circunstancias. Y mucho más, claro. Al final, no hay recetas mágicas. Sólo horas de trabajo y la personalidad de cada fotógrafo, que también cuenta.