FOTÓGRAFO PARA BODAS EN GIJÓN: JUAN LLAVIO.
Desde el pundo de vista de un fotógrafo para bodas en Gijón, una ciudad con tanto que ofrecer, no es fácil hablar de la mejor época para casarse. Porque no existe. Y no se trata de un chiste fácil. Lo que quiero decir, es que celebrar una boda en Gijón, o en Asturias, en general, implica arrostrar riesgos meteorológicos. Incluso en pleno verano. No sería la primera boda en Gijón a la que asisto como fotógrafo, que queda deslucida por la lluvia a mitad del mes de agosto. Qué os voy a contar a los que seaís de aquí.
Por eso, puesto que el tiempo es inseguro – y la ocasión efímera – nada tiene de malo inclinarse por la época del año caracterizada por más vivos contrastes: el otoño. Esa sería la opinión de un fotógrafo. Días más cortos, pero con crepúsculos cargados de magia. Luz variable y matizada, vegetación que reverdece con las primeras lluvias o bien transita a través de la intensa gama de los colores otoñales, hasta desaparecer. El otoño, además es tiempo de renovación, y de comienzos. Algo muy indicado para una boda. Y lo que quizás sea más importante, de interesantes ofertas para viajes de novios, que todo cuenta.
Sin embargo, en Gijón el otoño se presenta con un plus. Dejando atrás el bullicio veraniego y la masificación, la ciudad parece volver a su esencia. Y sus alrededores cobran vida de verdad. Una vez superada la agitación que parece acompañar a los siempre bienvenidos visitantes estivales, todo vuelve a su cauce. Vuelve a ser auténtico.
Lo que ofrece una ciudad como Gijón a quienes van a celebrar una boda son muchas ventajas, pero especialmente un entorno para fotografía en exteriores realmente envidiable. Mar y verde es una combinación perfecta. Por eso, como fotografo de bodas en Gijón, tengo especial predilección por la realización de reportajes pre boda en parques o en algunos de los rincones naturales próximos a Gijón que, a mi juicio, ganan mucho con el otoño.
Por otra parte, la fotografía de los reportajes de boda cerca del mar, ofrece en otoño fascinantes oportunidades de recoger un oleaje más intenso que el estival, con un mar espumeante, que siempre .
Es cierto, como decíamos en nuestra anterior entrada acerca de ¿cuánto gana un fotógrafo para bodas? que la nuestra es una profesión marcadamente estacional. Pero esto no quiere decir que no se celebren bodas en otoño, o incluso en invierno. A este respecto, os remito a la entrada sobre el reportaje de post boda en la nieve que realizamos en el Puerto de San Isidro. Algo espectacular.
En definitiva, un buen reportaje de boda en Asturias, puede depender de muchas cosas. Y el tiempo atmosférico no es la menor de ellas. Pero los que vivivmos y trabajamos a este lado de la cordillera, sabemos – y hace tiempo que no es un secreto- que el tiempo en Asturias ya no es como antes. Por eso no nos sorprendemos de esos radiantes días de octubre o noviembre, cada vez más habituales. De ese aire límpido y transparente, resultado del viento y los chaparrones de los días previos; días en los que la luz casi nos hiere, por lo intensa, y que nunca veremos en verano. No son muchos, pero sí cada día más, gracias – malgré tout – al evidente cambio climático. Y no hay nada de malo en aprovecharlos, por qué no, para casarse…¿y cuándo mejor?