LLUEVE EN MI BODA, ¿QUÉ HAGO?

Habrás escuchado alguna vez el dicho “novia mojada, novia afortunada”, pero no todo el mundo quiere que su bodasea pasada por agua.  Tampoco los profesionales de la fotografía nupcial suelen ser muy partidarios de esos días. Sin embargo, no son circunstancias que se puedan elegir.  Así que más que resignarse, hoy proponemos soluciones para que la frase “Llueve en mi boda” no te arruine la ilusión de tu gran día. Es cuestión de proponérselo.

No nos engañemos, la lluvia o un cielo plomizo no constituyen el ambiente ideal jpara una celebración. Ni para los novios, ni para el fotógrafo de la boda. En casos así, lo esencial es desplegar una mentalidad positivoa. Y, recurriendo al refranero, no dejar que nada nos “ague la fiesta”, y aplicar la máxima de “al buen tiempo, buena cara”. Cuando se dice tanto, es por algo.

Pero hay que ser realistas. Para muchas parejas que llueva el día que celebran su enlace es un auténtico fastidio.  Y no solo porque el mal tiempo pueda afectar a la ceremonia, el banquete o deslucir del traje de novia, sino por cómo influye en el ánimo de todos esta situación. La máxima es no dejarse llevar nunca por el abatimiento o la contrariedad.

Como fotógrafo de bodas en Gijón he asistido a muchas bodas con lluvia, tanto durante la ceremonia, como durante el banquete. Y las reacciones han sido muy diversas. En algunas el gris plomizo del cielo parece contagiarese a los asistentes. Pero no es lo habitual. El caracter asturiano suele sobrellevar estos contratiempos de otra manera. Porque, lejos de lo que pueda parecer, se puede sacar el lado positivo a un día de lluvia y celebrar una boda diferente y divertida. Y conseguir buenas imágenes, también.

Tanto es así que algunas parejas prefieren casarse en invierno o en épocas que hay una mayor probabilidad de lluvia para que su boda tenga ese toque especial. Y en esos casos lo mejor estar preparado: desde el tipo de vestido, la decoración o incluso la finca reservada, adaptando cada detalle a la lluvia, para que no pille desprevenidos a los novios y sus invitados.

El vestido de novia

Uno de los centros de atención habituales de cualquier boda es el vestido de la novia. Más allá del desembolso económico que supone, también juega un papel importante y especial para la novia, pues la carga emocional y tradicional que implica trasciende el mero atuendo. Por esta razón, que se pueda llegar a estropear a causa de la lluvia o que no luzca en todo su esplendores algo siempre a evitar. Y posibilidades para hacerlo, hay muchas, aptas para cada tipo de novia.

Con riesgo de preciciptaciones y para no arriesgar, lo mejor es optar por un vestido lo menos delicado posible. Pero eso no suele agradar a las novias.  Incluso existen capas de protección para el  vestido sin renunciar al estilo. Por eso, más allá de los innumerables tipos de tejidos a elegir,  tener preparado un colección de paraguas de gran capacidad de protección suele ser lo más práctico.  En días así, los zapatos de tacón abierto también deben ser reemplazados por zapatos más cómodos y, si es posible, antideslizantes. Y no es la primera vez que se han visto novias, – las más atrevidas, claro – que tienen preparadas unas botas de agua como complemento de emergencia a su outfit.

Fotografías inolvidables

Como decíamos, todo es cuestión de actitud, y en un boda pasada por agua, no iba ser menos. No trates la lluvia como un aspecto que puede arruinar tu gran día, aprovéchala para una sesión post-boda inolvidable. Además de lograr grandes resultados, puedes pasar un buen rato. Si llueve durante tu sesrión es el momento de soltarse. Divirtiéndoos con ropa mojada o usando algo como un paraguas para bailar bajo la lluvia. Al más puro estilo Gene Kelly!

Como siempre recomendamos, la comunicación con vuestro fotógrafo de la boda resultará esencial para crear una atmósfera rompedora. Si pese a todo, os entregáis a sus consejos puede lograrse momentos muy especiales. Porque son recuerdos que perduran, así que, con una buena planificación,  la lluvia puede llegar a ser tu mejor aliada. O, por lo menos, una enemiga clemente.  Sin duda, no lo es para el fotógrafo nupcial.  Y no lo veréis quejarse nunca. Además de la sensibilidad de los equipos y el peligro de la humedad, la condensación y la escasez de luz son retos importantes. Y solo los profesionales más experimentados de la fotografía de eventos saben superarlos.

 

Todo para los invitados

Como comentábamos, el mundo de las preferencias es infinito. La idea de celeberar tu boda en un día lluvioso puede que te entusiasme. Pero es algo que no suele tener buena acogida entre las demás personas implicadas. El fotógrafo del evento puede hacer su trabajo debidamente protegido, tanto él como su equipo. Es algo que forma parte de los gajes del oficio de todo profesional. Sin embargo los invitados no lo tienen tan fácil. Pensemos en los tocados y peinados y en lo delicado de las telas de muchos trajes de fiesta y ceremonia, incluidos los masculinos.

Que tus invitados estén cómodos es lo más importante en una boda con lluvia. Por eso, como ya señalábamos antes para la novia, regalar un paraguas a todos los invitados es lo más práctico. Y esto hay que tenerlo pensado, lógicamente. Desde el punto de vista de la fotografía profesional de bodas, suele recomendarse que sea transparente, para poder reconcer a la gente en cualquier situación. Un detalle que a muchos se les olvida.

Además, es imprescindible acondicionarlo todo en el lugar de celebración de la recepción, el banquete y la fiesta.  Para estos casos se impone la elección  de espacios cerrados o semicerrados como las habituales carpas o haimas pero con techos altos y grandes ventanales. Puedes ver el exterior sin importar el clima.Y pase lo que pase ahí fuera, hay que tener en cuenta que lo importante siempre tiene lugar donde están los novios y la gente que les rodea.

bodas con lluvia en Gijón

Pequeños detalles

Si hay que tener en cuenta cada detalle durante el proceso de preparación de una boda,  aún es más importante hacerlo para una boda con lluvia en perspectiva. Aspectos como el peinado y maquillaje de la novia,  deben ser tenidos en cuenta. Y el empelo de materiales de decoración interior, que no se estropeén al mojarse.  Mucho cuidado con las alfombras, por ejemplo. Todo lo que se pueda pisar o humedecere debe ser retirado o sustiuido por colores oscuros, de ser posible. También habrá que tener particular cuidado con cualquier tipo de instalación eléctrica o de sonido.

Muy importante es también, el atuendo que llevarán los niños de arras. Nada mejor que aprovechar una corriente que se ha puesto muy de moda en los últimos tiempos que es vestirles con pequeñas botas de agua para la ocasión.

Como acabamos de ver, aunque tengamos la costumbre de ver la lluvia como un contratiempo, podemos aprovecharla convertirla en un plus y disfrutar de ella.

¡Y ya está! La lluvia es solo lluvia, y qué necesaria es en nuestro día a día. Solo hay que ser previsores en caso de que nos acompañe en nuestra boda, pero no puede amargarnos ni quitarnos una pizca de la alegría de ese día. Ya se sabe que «¡novia mojada, novia afortunada!«.

¿Quieres capturar la magia de un día lluvioso y tener un álbum de boda especial? Solo está en manos de los mejores profesionales conseguirlo. o Asturias para tu enlace y guardar un recuerdo maravilloso de tu gran día, llámame y me cuentas tus ideas. Puedes llamar o enviarme un WhatsApp al 619 39 19 97.