COCHE DE BODAS Y NOCHE DE BODAS
Las tradiciones nupciales se alimentan tanto de usos y costumbres milenarias como de felices ocurrencias. Si lanzar arroz sobre los novios es la reminiscencia de un antiguo rito de invocación a la fertilidad, hay otras tradiciones más recientes pero casi igual de extendidas. Como fotógrafo de bodas en Asturias con conocimiento de causa ya he expresado mi parecer sobre algunas de ellas. Hace poco, sobre los detalles de boda, sin ir más lejos.
Algunas costumbres actuales, como poner un photocall para los invitados, con atrezzo para sacarse fotografías graciosas, son ya mas discutibles. Y a ellas nos referimos en su momento hablando de aberraciones nupciales. En esta ocasión vamos a considerar la costumbre ya muy arraigada de alquilar coche para una boda con el fin de trasladar a la novia hasta la iglesia. Y después al flamante matrimonio a donde haga falta. Sea o no del agrado de todos, los coches para bodas cada día tienen más demanda. Y más aceptación
Por qué alquilar un coche de lujo para una boda
La finalidad de alquilar un coche de lujo para una boda no es otra que contribuir al oropel de la celebración. Es un adorno más del evento y esto no tiene por qué ser peyorativo. Se trata más bien de realzar la importancia del casamiento y contribuir a rodearlo de un ambiente excepcional. En realidad, puede decirse que esta costumbre es casi necesaria en muchas ocasiones. Pues si el traje nupcial contribuye a envolver y realzar la belleza de la novia – y el novio- el coche, más o menos ostentoso o diferente, tiene el mismo fin. Y sería una pena que esos momento tan fotogénicos como son la llegada a la iglesia o ayuntamiento y su salida se vieran desmerecidos de alguna manera.
LOS RIESGOS DE CIERTOS MOMENTOS NUPCIALES
Los fotógrafos de bodas sabemos que una instantánea genial puede malograrse por la inoportuna presencia de un vehículo fuera de lugar en esos momentos. Después de años fotografiando bodas y eventos como comuniones y demás, he tenido que descartar del álbum fotos muy hermosas por motivos así. Fotos irrepetibles deslucidas por la inoportuna presencia del coche del voluntarioso cuñado al que se le olvidó pasar por el túnel de lavado. O del emocionado padre al que le gusta llevar a la novia hasta la entrada misma de la iglesia, sin reparar en lo añoso de su viejo Mercedes. Si puedes evitarlo ¿por qué no? el alquiler de coches para bodas y eventos es una industria en alza, pese a la que está cayendo. Y si vamos en busca de lugares maravillosos para fotos de ensueño, ¿por qué menospreciar la prestancia que un coche de lujo puede aportar a un evento nupcial?
No es necesario alquilarlo, si podemos obtener uno prestado. Además, tampoco se trata de que sea siempre un vehículo de alta gama o deportivo. Basta con que posea alguna cualidad distintiva, como ser un vehículo vintage o incluso descapotable, lo que es todo un reto a los elementos en esta querida Asturias. Lo que importa es que haga a la novia sentirse especial. Y los coches para bodas tienen esa finalidad.
la llegada de la novia y la destreza del fotógrafo
El verdadero motivo de todo este alegato en favor de los coches especiales para bodas, no es otro que la fotogenia. Si hay momentos en los que el dedo del fotógrafo ha de estar alerta sobre el disparador, uno de ellos es el de la llegada de la novia. Cuando el lugar de celebración de la ceremonia, ya sea civil o religiosa, arde en expectación y emoción contenida, la llegada de la novia es uno de esos momento axiales del día. Actúa como espita liberadora de tensiones en los invitados y como señal inequívoca de que la cosa va en serio. De su llegada serán testigos amigos y familiares expectantes. El novio aguarda dentro, o más lejos si es una boda al aire libre. Y el oficiante. Pero en la cara de la novia se vislumbrará ya una luz diferente. Algo ha cambiado. Y no es solo ese traje de novia tan favorecedor. Ni siquiera el coche de elegantes líneas y bruñidas defensas del que ha descendido. Es un atisbo de una emoción muy fugaz pero no por eso menos verdadera o anhelada. Es la cara de la felicidad. Ahí es donde el fotógrafo debe actuar. Y rápido.
Pero a ese momento contribuirá sin duda, la seguridad de la novia que se sabe protagonista de un cuento de hadas. Ficticio, pero verdadero en su esencia. Y descender de una carroza dorada o su equivalente actual, la ayudará a imbuirse en el papel. Sin duda.
Para que tu boda se parezca lo más posible a un cuento de hadas, puedes alquilar un coche lujoso o pedirle prestado. Pero si quieres que además sea algo perdurable en el recuerdo busca a tu fotógrafo de bodas en Asturias y alrededores. Puedes encontrarlo llamando al 619 39 19 97 o enviando un e-mail a info@juanllavio.com.1.
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