Un trabajo gratificante

Fotógrafo para bodas en Gijón:

Experiencias de un fotógrafo

En la carga de experiencias acumuladas por un fotógrafo para bodas en Gijón con cierta trayectoria, existen muchas anécdotas. Sin embargo, lo que más cuenta – y de qué manera -son las personas que conoces. Todo buen reportaje fotográfico para boda, requiere establecer una química entre fotógrafo y pareja. Crear una atmósfera de autenticidad que sólo puede emanar de ésta última. Y que sólo surge si dejan fluir adecuadamente las sensaciones en cada momento.

Aparentemente, no hay nada tan impostado como un reportaje de boda y, sin embargo, tan verdadero en la mayoría de los casos. Dependerá mucho, eso sí, del fotógrafo y, naturalmente, de los novios. Realizar con ellos un trabajo de relajación adecuado permitirá al fotógrafo  incorporar emociones reales a cada expresión o a cada pose. Y una sucesión de poses que fluya hacia lo informal, favorecerá la captación de algunos momentos mágicos.

Dando forma a las emociones

El pasado 19 de mayo Sandra y Rubén contrajeron matrimonio en los Juzgados de Gijón, y lo celebraron con su familia y amigos en el Hotel Abba Playa de Gijón. En este caso, la emoción y la alegría afloraban sin apenas  intervención del fotógrafo. Aún así, Sandra y Rubén estaban tan deseosos de disfrutar de sus fotografías que las querrían tener para ayer mismo.

En mi experiencia como fotógrafo para bodas en Gijón he aprendido, sin embargo, que lo bueno se hace esperar. Pues los mejores reportajes de boda suelen ser el fruto de una larga preparación y de un minucioso trabajo de selección y postproducción. Por eso los plazos de entrega oscilan entre los 15 días y los 3 meses, en función del número de imágenes incluidas, el volúmen de trabajo y el tiempo de postproducción de cada fotografía.

Para que todo salga bien

En el caso del reportaje de boda de Sandra y Rubén, las localizaciones se corresponden con el Mirador del Fito y la Playa de la Isla. Son lugares que propician una profundidad de campo y una luminosidad muy particular.

Por otra parte, las impresionantes vistas que nos regalaba el Hotel Abba Playa de Gijón , son un privilegio que facilita el trabajo de cualquier fotógrafo para bodas en Gijón. Al igual que la exiquita atención de Marina, encargada de organizar este tipo de eventos en el Hotel. Siempre atenta al más mínimo detalle. Y finalmente, la simpatía contagiosa de Sandra y Rubén que hacen de este trabajo algo tan especial. Sin olvidar la difícil tarea de Reyes Tabarés, encargada del maquillaje de la novia (make up).  Su misión de realzar una belleza natural tan desbordante debió de parecerle poco menos que imposible, anque terminó por logralo.

Os dejamos una pequeña muestra a continuación.

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