FOTÓGRAFO DE Bodas en gijón

Los nervios del día antes de casarse son un clásico en todas las bodas. Cuando en este mismo momento nos encontramos en la víspera de la enésima boda del siglo, uno no puede evitar las comparaciones. Desconozo el estado de nervios del Príncipe Harry y Meghan Markle ante su próximo enlace. Pero tras unos cuantos años como fotógrafo de bodas en Gijón, resulta inevitable acordarse ahora de ciertas parejas de aquí. Recuerdo algunas especialmente atenazadas por los nervios, en los días previos al gran día. Y es que casarse, en Gijón o en Londres, sigue siendo un acontecimiento importante. Y más para los directamente implicados.

Afortunadamente, buena parte de esa adrenalina acumulada se libera luego. Y se transforma en una explosión de felicidad y bienestar, cuando se descubre que todo acaba saliendo bien. Y que no había tanto por lo que preocuparse.

Desde la perspectiva de un fotógrafo de bodas en Gijón quizá sea difícil hacerse una idea del boato y la complejidad de una boda real. O de todo lo que puede implicar una celebración del calibre de la boda del Príncipe Harry  y Megan Markle. Es verdad que tal vez sea mucha la distancia entre la capilla de San Jorge del Castillo de Windsor y, por poner un ejemplo, nuestra Iglesia de San Pedro en Gijón. Pero podría apostar a que los nervios son exactamente los mismos. Y a que poco tienen que envidiar los ágapes nupciales celebrados en lugares el Palacio de Agüera, tan cerca de Gijón, con los que puedan tener lugar en su homónimo de Kensington.

Desde mi experiencia como fotógrafo nupcial, la costumbre de realizar un reportaje preboda es algo muy aconsejable. Ayuda mucho a distender los nervios en el momento del reportaje de boda y en el postboda. Este encuentro inicial sirve para aumentar la química entre el fotógrafo y la pareja, lo que garantizará excelentes resultados llegado el momento. Que la ceremonia y la celebración salgan bien, es algo que no debe inquietar a los novios. Siempre salen bien, porque no hay dos bodas iguales. Y eso es algo que al fotógrafo del evento le corresponde plasmar. Y a vosotros disfrutar a partir del día siguiente al gran día.